5.12.2008

Frío

Entrecano se vuelve el pelo,
mientras las horas silban
sobre mi hombro, sobre la conciencia
del que lucha y pierde,
del que pierde sin luchar.
Cobardía ingrata,
razón iracunda
llena de odio hacia la nada
se pierde y cae,
se pierde y duele,
como vida desheredada,
como ojos vidriosos
frente a mi boca callada.
Digo sin decir palabra,
mis manos tiemblan
y buscan cobijo,
frente a frente,
arrepentimientos encontrados
en las horas finales,
minutos indecisos,
antes de empezar de cero.
Y no olvido,
y no bajo la mirada,
es lo que queda
en toda historia truncada.
La pena vuela,
y mi canto se desarma,
en este frío de mierda
que hoy me atrapa.

Canción para hoy:
El viejo comunista, de Manuel García