10.22.2007

¿Por qué a nosotros, Sergio?

Esta maldita frase, dicha innurables veces por Carcuro en nuestras reiteradas derrotas deportivas, es la misma que me hago en estos momentos. La mala raja intrínseca del chileno parece condensarse en este grupo de amigos formado en el Instituo Nacional y, de pasadita, en los que se suman desde otros lados. Para ser más ejemplificador, este grupete vendría a ser como la selección nacional de la mala cuea.
Es necesario dar algunos ejemplos para darle sentido a la pregunta inicial, pero como no quiero ser mala onda, omiteré algunos nombres en caso de ser estrictamente necesario. Partiré con un caso personal.
Año 2001, postulaciones universitarias. Si bien nuca fue alguien muy aplicado, en esa PAA tuve un resultado más que meritorio en verbal, que elevó mi ponderación inesperadamente. Viendo los puntajes del año anterior, postulé a Filosofía en la Chile, y haciendo cálculos, debería haber quedado dentro de los aceptados. Crash!!!, pelota en el palo chinito!!! Fueron 0,5 puntos los que me alejaban del último matriculado, que también se traducía en el segundo de la lista de espera. Era la nada misma. De hecho, el año anterior la lista se había corrido 15 lugares, 15 lugares!!!, cosa que me dio un poco más de esperanzas. Lamentablemente, ese fue el primer año que la lista de espera no avanzó ni un puto lugar. Ilusamente creí en una mala coincidencia, pero la verdad es que don Jeshu ya manejaba esta cosa como si fuera un taca taca.
Con el correr de los años fui juntando mala suerte, especialmente si tenía dentro de los 50 metros a la redonda a alguien del team funesto. Recuerdo un día que me iba a juntar con Candonga a ver un partido de Unión en Santa Laura. No recuerdo bien, pero creo que era contra Católica. Así debe haber sido porque había mucha gente en el estadio y el contigente policial no era menor. La cosa es que yo me puse en la cola de las entradas mientras llegaba Candombes. Lamentablemente, el gigante se agarró un taco y se atrazó. La fila corría y yo quedaba a un par de personas para llegar a la boletería. Pero tenía sólo para comprar mi entrada, así que este weón si no se apuraba, cagaba, porque la fila crecía cada vez más y el partido estaba ya estaba empezando. El asunto es que para no perder ni el lugar ni las entradas, pensé en dejar pasar al socio que venía tras de mí. Así yo esperaba a Candonga y no perdía el lugar. La idea era perfecta y todos salían beneficiados. Cuando hice el gesto técnico para que pasara el compadre, desde lo alto escuché una voz que decía "Qué pasa ahí?", con un tono muy poco amigable. Me di la vuelta y era un paco en caballo. Caché al tiro que la cosa se venía mal. "Nada, es que estoy esperando...", "Te estay colando, así que te saliste altiro de la fila", me dijo el paco tirando el caballo encima. Los socios le dijeron al de verde que yo estaba en la fila junto a ellos hace rato, pero el maricón de mierda no quería pescar. Candonga no llegaba. El partido ya había empezado. La gente reclamaba. El señor uniformado seguía tirándome la cagá de caballo para que me saliera. "Saaale Paco Culiao!!!" le grité al weón y quedó la cagá. Llegaron más pacos. Unos locos le tiraron la cola al caballo y éste empezó a empujar a medio mundo. Justo ahí llegó Candonga, cuando yo le estaba moviendo el cuellito a las fuerzas especiales, las que me miraban con claras intensiones de llevarme a la capacha. En ese momento escuché "socio, váyase no más, yo se las compro", así que me salí y escondí entre la gente para que los pacos no me cacharan. Candonga no entendía ni una wea y pedía su entrada el muy pelotudo. Finalmente el compipa me compró las entradas de pura buena onda, se las pagamos y entramos al estadio... demás que fue una derrota.


¿Algo conocido en esta foto?


Así suma y sigue. Ámbito político, académico, amoroso, deportivo, carretero, todo era una joda mal intensionada del divino. El grupo de la mala cuea. Como cuando estábamos carreteando con muchas minitas ricas y éramos los únicos hombres en la casa, pero bastó que llegara un maricón (dígase homosexual) para que las maracas (dígase perras) prefirieran ir a webiar con él. Como cuando llegó un loco y se comió a una mina en menos de dos minutos, mina que tuvo a nuestro siempre bien ponderado mocosillo con la sopa caliente como por 3 meses!!!. Como aquellos veranos donde la cabaña se llenaba de minas... pero con el peor contingente en todo el litoral central!!! Como el amiguito que por hacerse el lindo con una pelolais, la llevó a un bar fino... lo que le significó ser confundido con alguien platudo y lo cogotearon!!! Como el amiguito que se engrupía a una mina y que cuando la tenía lista... llegó el ex pololo desde Australia!!! Como el compañerito que le ofrecieron una pega en la cual tenía que saber manejar y al no saber, partió a hacer el curso... y cuando volvió el puesto estaba ocupado!!! Como el estimadísimo que se pudo agarrar a un mina de lujo, pero cuando la tuvo a 2 centímetros, face to face... se acordó que tenía pololo y le negó la pasada!!! Como el divertidísimo que estuvo ensayando un mes para una tocata y que justo antes de salir al escenario... se le cortaron las cuerdas de la guitarra!!! Como el grupito de amiguísimos que fue al concierto de Incubus, donde estaba lleno de gente cool... pero que terminaron compartiendo el día con los weones más loosers que han pisado el Arena Santiago !!! Como el grandísimo que parecía tener su vida estabilizada, con buena pega, departamento y auto... y al weón le diagnostican GOTA!!! CONCHESUMADRE, POR QUÉ A NOSOTROS, DON JESHU???!!!