9.03.2007

Más malta que huevos

Hoy fui al pre- estreno de Malta con Huevo, el primer largometraje del joven director Cristóbal Valderrama. No sé por qué aún le dicen pre- estreno, si ya se dio en el SANFIC (dos veces) y también en un par de universidades. En fin, lo importante es que la pude ver, ya que me había quedado con las ganas en todas las veces anteriormente mencionadas.
Iba con hartas expectativas, porque la trama me pareció más que interesante. Dos jóvenes que se van a vivir juntos y uno de ellos, Vladimir (Diego Muñoz), es tan bueno para la juerga que cada vez que despierta, lo hace en un desorden cronológico incomprensible. Con tal argumento, Malta con Huevo podría haber sido una comedia inteligente, como nunca antes se había hecho en nuestro país. Una obra donde el fondo fuera lo verdaderamento cómico, una ironía aplastante como a la que nos tiene acostumbrado Alex de la Iglesia, como los clásicos Chaplinescos, o incluso ese humor intelectual y exquisito de Woody Allen. Mi cita a ciegas con la película, si bien no resultó desastroza, no fue como esperaba, porque si bien entretiene con unas cuantas situaciones cómicas y uno que otro chiste puesto en un lugar acertado, no convence como comedia bien resuelta. Punto a favor para los giros y contragiros de la historia, especialemente el absurdo que se ve hacia la parte final de la película, grotesco e irreal, pero que viéndolo en el contexto dramático, terminan por brindar un desenlace apropiado. Justamente es esta parte donde la historia se ve desde el punto de vista de Jorge (Nicolás Saavedra), el amigo "nerd" que esconde una obsesión retorcida y que su desarrollo marca los momentos mejor logrados del film.

Sin duda que le irá bien. Es lógico, porque cuenta con un reparto enganchador, sobretodo por Javiera Díaz de Valdez que desborda sensualidad. Incluso Diego Muñoz cumple correctamente, a pesar de que su capacidad actoral no sea tan grande. Además, su ambientación es buena, uno de los puntos altos de la producción, ya que genera situaciones folclóricas, incluso queribles, y sin caer en un hermetismo local. Eso sí, y seguramente por un tema comercial, todo tiene un aire "vintage", tan "cool" como la moda de ir a comprar ropa usada a Bandera. Ahí es donde se nota la mano de Fuguet como productor general de la película, pues sin duda impuso ahí su estilo de cuico con gustos pop. Claro, la película, como Best Seller que pretende ser, intenta incluir y representar a todo el mundo. Además, la musicalización por parte de las bandas del "Macha" (Chico Trujillo y La Floripondio) le asienta perfectamente, por no decir que es lo mejor.
En resumen, tenemos una película chistosa, divertida, para ir a verla con el grupo de amigos, pero que no pasa de eso. Tal vez si la contraposición de personajes y situaciones hubiera sido mayor, caer en el absurdo total y no tan medido, Malta con Huevo hubiera sido un producto más espumante y sabroso. Pero bueno, la comedia no es un género fácil, y menos cuando se piensa mucho en la taquilla.